Seminario para descubrir la dimensión universal y dialogal de la teología contemporánea

Seminario para descubrir la dimensión universal y dialogal de la teología contemporánea

La Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de Valencia (UCV) organizó el seminario ecuménico e interreligioso En diálogo, porque somos buscadores y no poseedores de la Verdad que nos salva, con fray Claudio Monge OP, director del Dominican Study Institute de Estambul, doctor en teología de las religiones y máster en lengua y civilización turco-otomana. El encuentro, preparado por la Cátedra de ecumenismo Yves Congar y el Observatorio de las Religiones-UCV, reunió en el Aula Magna de la sede Trinitarios de la UCV a unas 150 personas. Para facilitar la asistencia de alumnos y profesores se suspendieron las clases de la mañana en la Facultad de Teología. También participaron un nutrido grupo de estudiantes del Instituto Superior de Ciencias Religiosas y del Máster de Formación Permanente en Diálogo Interreligioso, Ecuménico e Intercultural.

En el encuentro Monge aseguró que “en Turquía, los cristianos tienen derecho a participar en fiestas religiosas colectivas, pero no existe el derecho a organizarlas”. “La libertad de conciencia se garantiza a título individual, pero no al nivel de la comunidad religiosa, por lo que el desafío de Turquía es tomar la decisión de regular la expresión religiosa en el espacio público. El problema es que, a pesar de que la protección de las minorías confesionales se instituyó jurídicamente ya en el Imperio Otomano y, hasta hace poco, se habían firmado tratados internacionales, allí sigue persistiendo una visión bastante estrecha de los derechos humanos”, lamentó.

Según relató el religioso dominico, en Turquía se da una suerte de “falta de personalidad jurídica” de los cristianos y existen “restricciones al derecho de propiedad del que disfrutaban las distintas iglesias tras el advenimiento de la República en 1923. Es un derecho impugnado, de hecho y de derecho. También se produce una injerencia estatal en la gestión de fundaciones religiosas, así como la imposibilidad de formar al clero y a los agentes pastorales al servicio de las confesiones cristianas”.

De igual manera, el “cambio de identidad religiosa”, es decir, el paso de una religión a otra –“más a menudo del islam al cristianismo”- está aceptado formalmente por la Constitución turca, “pero es necesario afrontar múltiples formas de discriminación contra las comunidades cristianas”. Ejemplo de ello es que “muchos que dan el paso de convertirse realizan la preparación catecumenal para el bautismo sin decir nada a sus familias, a causa de la presión cultural existente”.

“Es un escenario bastante curioso para una república que se proclama laica. El secularismo kemalista –llamado así por su impulsor, el padre de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Atatürk- no tiene nada que ver con el secularismo francés, que estableció la separación entre Estado e Iglesia y también la neutralidad confesional del Estado. En Turquía no es así. El dominio del poder político sobre la religión es una característica del sistema otomano, al contrario del árabe, donde el poder estatal depende del poder religioso”, ha explicado.

En Turquía, tiene lugar una “curiosa ósmosis histórica”. El poder político “penetró en el poder religioso para controlarlo mejor”, pero lo que sucedió es que “los religiosos aprovecharon la oportunidad para irrumpir en el aparato estatal”. De hecho, el Ministerio de Asuntos Religiosos, “concebido como un instrumento de control estatal”, es el “más importante” del Gobierno, con un presupuesto que multiplica “por diez” al de Sanidad.

La importancia hoy del diálogo entre las religiones, y entre los cristianos, marca el desarrollo del entendimiento y la tolerancia en nuestras sociedades. En el marco del aniversario de los documentos del Concilio Vaticano II que marcan la ruta del diálogo, como Unitatis Redintegratio, Nostra Aetate o Dignitatis Humane, la Facultad de Teología invita a realizar una reflexión en torno a dos momentos vinculados al diálogo entre cristianos y con otras religiones del Medio Oriente.

El acto fue presentado por el vicedecano de la Facultad de Teología, Fr. Vicente Botella, OP. El ponente fue presentado por el director de la Cátedra Yves Congar y del Observatorio de las Religiones-UCV, el profesor Andrés Valencia. Entre las autoridades presentes estuvieron el obispo auxiliar emérito de Valencia Mons. Javier Salinas, miembro de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española. También participó Fr. Javier Carballo, Prior Provincial de la Orden de Predicadores y Vice Gran Canciller de la Facultad de Teología de la UCV.

El seminario se inició con una oración y continuó con la ponencia Ser cristiano en el Medio Oriente: renovar el memorial de la Pascua. Claudio Monge reside en Estambul desde 2003 y es investigador del Instituto Dominicano de Estudios Orientales de El Cairo (Egipto).

A juicio del ponente resulta “urgente” cambiar “la percepción mutua entre los cristianos de Turquía” y fomentar “el respeto y la comprensión de unos a otros”. En su opinión, “un punto de partida privilegiado para que este cambio cultural se produzca, es acoger al otro en los lugares imprescindibles para la celebración de nuestra fe”. Hizo un llamamiento a que los cristianos turcos pasen de ser “simples guardianes de monumentos” a “testigos activos de una historia de fe que continúa y que debe continuar en diálogo”.

“En el país existe un evidente desequilibrio geográfico entre las minorías cristianas respecto a la ubicación de los lugares privilegiados de la vida de fe. Sólo en Constantinopla, unas cincuenta iglesias pertenecen al Patriarcado Ortodoxo, el 80% de las cuales no abren ni siquiera una vez al año. Sin embargo, más de 200 familias caldeas, esparcidas por ciudades de Anatolia central, en las provincias de Yozgat, Aksaray o Çorum, prácticamente no tienen lugares de culto ni animadores de la vida cristiana”, relató el presbítero dominico.

Por su parte, “los católicos de rito latino hemos decidido compartir nuestros lugares de culto con otras confesiones cristianas. Todos los domingos, los hermanos sirio ortodoxos celebran su liturgia en edificios nuestros y, entre semana, les cedemos espacios para sus clases de catecismo, formación, actividades recreativas. No lo hacemos porque nosotros seamos más ricos, sino porque ellos son más numerosos”.

Esta clase de “apertura” a otras comunidades cristianas no es “fácil” ni “espontánea”, indicó Monge: “Hablamos de aceptar una relación litúrgica diferente con nuestro espacio sagrado y, a veces, para permitir al otro celebrar según sus propias necesidades rituales se opta por soluciones que no son óptimas precisamente, desde el punto de vista estético-artístico”.

Tras una pausa, la segunda parte del seminario propuso un coloquio en torno al lema Por una teología hospitalaria del diálogo interreligioso: en diálogo como buscadores de la Verdad que nos salva. Esta segunda parte fue presentada por el decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, Santiago Pons.

Monge apostó por una “teología hospitalaria” de las relaciones interreligiosas: “La hospitalidad puede considerarse el paradigma mismo del diálogo inteligente, la expresión de una fe según el modus conversationis latino. El diálogo entre diferentes credos es mejor cuando nos distanciamos de la confrontación apologética y prestamos una mayor atención al intercambio de experiencias, especialmente aquellas marcadas por el sufrimiento y la muerte, donde la búsqueda de Dios trasciende espontáneamente las fronteras confesionales”.

“Reducir la fe vivida al mero registro de lo confesado o lo celebrado, conduce inevitablemente a una comprensión empobrecida de la fe del otro. Por el contrario, permitir que el otro se exprese libremente evita convertirlo en rehén de nuestros principios no negociables, elevados a condición previa del diálogo, o buscar en él simples confirmaciones de posiciones fijadas de antemano. El camino es la solidaridad, una invitación a cuidar mutuamente nuestras tradiciones y a construir juntos un futuro compartido”, incidió.

La relación con otras tradiciones religiosas no consiste, para Monge, “en una simple comparación entre sistemas doctrinales, paralelos y atemporales, teóricos”. Exige, sobre todo, “articular forma y contenido, mensaje y modo de vida”, pues las religiones proponen una manera de “habitar el mundo”. Así, no se reducen a “conjuntos de normas abstractas”, sino que implican “prácticas, gestos y una visión concreta de la existencia”.

Es necesario prestar atención “no sólo a lo que se dice, sino fundamentalmente a lo que se vive, procurando comprender cada religión desde su propio contexto y desde el punto de vista de quienes la encarnan. En esta perspectiva, la intuición de Catherine Cornille sobre la hospitalidad hermenéutica resulta particularmente esclarecedora”.

“Una larga historia de interpretaciones hostiles ha alimentado la desconfianza entre religiones. Al privilegiar los textos que demonizan al otro y que sostienen pretensiones exclusivas de verdad, se ha descuidado el conocimiento real de las tradiciones vecinas, reforzando así el peso de los pasajes más polémicos. Sin embargo, la interpretación de los textos sagrados cambia cuando se intenta comprender el universo religioso del otro”, apuntó Monge.

Las religiosas Dominicas Misioneras del Rosario de Aldaia fueron las encargadas de acompañar el acto con sus cantos.

Compartimos algunos de los momentos que vivimos en este encuentro ecuménico e interreligioso.

2025-11-27T15:02:01+00:00 26-noviembre-2025|Actos Facultad de Teología, Cátedra Yves Congar, Diálogo Interreligioso, Ecumenismo, Noticias de la Facultad, Observatorio de las Religiones, Seminarios|Comentarios desactivados en Seminario para descubrir la dimensión universal y dialogal de la teología contemporánea