Mons. Enrique Benavent: La reflexión teológica necesita responder a «los retos que la Iglesia tiene en el momento actual»

La Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de Valencia (UCV) celebró este 22 de diciembre su tradicional fiesta de Navidad.

La jornada se abrió con una eucaristía presidida por el arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, gran canciller también de la Facultad, en la Santa Iglesia Catedral. En la celebración participaron los miembros de la comunidad académica, profesores, alumnos y miembros del personal de administración y servicio. Esta misa fue compartida con la comunidad de la Facultad de Derecho Canónico de la UCV, con la curia de la Archidiócesis de Valencia y con los canónigos de la Seo valenciana.

Mons. Enrique Benavent concelebró junto a los obispos auxiliares Mons. Fernando Ramón y Mons. Arturo J. García, además de los canónigos y otros presbíteros, entre los que se encontraba el decano de la Facultad de Teología, Santiago Pons; y el vicedecano, Vicente Botella OP. Los seminaristas de la diócesis participaron con los cantos durante la celebración, así como un gran número de religiosos y religiosas pertenecientes a las órdenes que se forman en nuestra institución universitaria.

Después de la misa, toda la comunidad académica se desplazó hasta el hall del Palacio Arzobispal, para saludar al Gran Canciller. Mons. Enrique Benavent recordó «lo importante que es la Facultad de Teología para la vida de la Iglesia y para la vida de la diócesis. También para la formación de todos los que se quieren dedicar a la evangelización». La importancia radica en que la evangelización necesita de «una base teológica sólida» puesto que «evangelizar no es hacer propaganda, no es únicamente una publicidad».

Insistió el Arzobispo en el hecho de que cuando evangelizamos «estamos anunciando al mundo que Jesucristo, el hijo de Dios, se ha encarnado, ha venido a nuestra humanidad, ha muerto y ha resucitado por nosotros y nos da la vida eterna». «Si no anunciamos la fe de la Iglesia, no estamos evangelizando», apuntó. Necesitamos para evangelizar un «conocimiento profundo de la escritura de la Palabra de Dios, de la tradición de la Iglesia y de la reflexión teológica que tantos cristianos, a lo largo de tantos siglos, han ido aportando para ayudarnos a comprender el Evangelio».

La reflexión teológica «necesita también tener los ojos abiertos a la realidad de la Iglesia y a la realidad de nuestro mundo porque si no, la teología corre el peligro de convertirse en una erudición que acaba encerrándose en sí misma». Mons. Enrique Benavent invitó a la comunidad educativa de la Facultad de Teología «a continuar vuestro trabajo porque es fundamental para responder, y ayudarnos a responder, a los retos que la Iglesia tiene en el momento actual».

Recordó el Gran Canciller a los presentes que en la vida de la Iglesia «no buscamos éxitos, sino frutos». «No pedimos soluciones a los teólogos: os pedimos que nos ayudéis a buscar respuestas a los retos del momento actual», señaló. Y esas respuestas han de estar en torno a la sinodalidad, a la necesidad de una conversión o renovación pastoral, vivir en comunión… Advirtió el Arzobispo de Valencia del peligro que tiene la Iglesia de una ideologización : «cuando la ideología prima sobre la fe y la comunión, las mismas divisiones que hay en el mundo se introducen dentro de la Iglesia». Eso es lo que los teólogos y teólogas han de tratar de evitar.

Por su parte, el decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer quiso trasladar a su Gran Canciller los propósitos de la institución universitaria para el actual contexto eclesial. La Facultad de Teología «renueva su compromiso misional» puesto que quiere ser «una comunidad que estudia, investiga y forma personas capaces de pensar a Dios y vivir la fe en nuestro mundo».

Para ello, dijo Santiago Pons, «buscamos descubrir en la lógica del Evangelio la verdadera fuente de sentido y santidad; iluminar desde ese Evangelio el momento actual de la sociedad y la Iglesia; traducir a palabras vivas la experiencia de encuentro con Jesús; articular críticamente la relación entre evangelio, razón, fe y cultura; acompañar la maduración de nuevos liderazgos al estilo de Jesús». Todas estas iniciativas quieren ser «respuestas concretas a la vocación que recibimos de servir a la renovación pastoral de la Iglesia».

Ante una humanidad herida por guerras, desesperación e injusticias, la responsabilidad misionera de la Facultad de Teología no basta en comentar los textos sagrados o catalogar las soluciones del pasado. Consideró el decano que «debemos preguntarnos, como lo hizo el Concilio Vaticano II, cómo el Cristo resucitado continúa penetrando la historia mediante las voces de sus testigos. La teología que se hace aquí quiere ser fuego que se encienda en los corazones de quienes se preparan para evangelizar; ha de hacer visible la paz desarmada de Cristo en un mundo obsesionado por las armas; ha de convertir en esperanza viva la promesa de que ‘no levantará la espada una nación contra otra’» (Is 2, 4-5).

Tras felicitar al Gran Canciller, los profesores y alumnos de la Facultad de Teología se desplazaron hasta el Aula Magna de la sede de Trinitarios para disfrutar, primero de un chocolate, y después del tradicional festival de villancicos. Este año tuvimos la suerte de contar con la presencia de un grupo de alumnos del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, un hecho por el que nos alegramos profundamente. Además, contamos con las interpretaciones de los diferentes cursos del Bachillerato en Teología, así como una representación del alumnado de la Licenciatura. Fue un momento de compartir, lleno de alegría y felicidad por cantar la próxima venida de nuestro Señor Jesucristo.

También se entregaron los premios a las mejores síntesis teológicas, en el concurso ‘Un post por Navidad’. Las síntesis ganadoras fueron las siguientes:

• Primer premio. La Navidad invita a descubrir que lo sagrado habita lo cotidiano. Dios no irrumpe con poder, sino que llama suavemente al corazón, animando a vivir en apertura, escucha y acogida, de Carmen Benavent, alumna de 1º de Bachillerato en Ciencias Religiosas.
• Segundo premio. En un rincón silencioso, una cuna de madera sostiene lo imposible: los latidos del corazón de un Dios niño dormido en brazos humanos, de Beatriz Soriano Martínez, alumna del Máster de matrimonio y familia de la UCV.
• Tercer premio. La verdad de Dios, manifestada en la verdad del hombre: Jesús de Nazaret, de María Julia Asensio Valle, alumna de 5º del Bachillerato en Teología.

¡Enhorabuena a las ganadoras y muchas gracias a todos los que habéis participado en el concurso con vuestras reflexiones. ¡Feliz Navidad!