Arranca el Curso de Formación con dos ponencias sobre cómo recrear la identidad sacerdotal para la nueva evangelización

/Arranca el Curso de Formación con dos ponencias sobre cómo recrear la identidad sacerdotal para la nueva evangelización

Arranca el Curso de Formación con dos ponencias sobre cómo recrear la identidad sacerdotal para la nueva evangelización

Arrancó el Curso de Formación Permanente 2017-18 de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia. Y lo hizo de la mejor manera, con dos brillantes ponencias a cargo de Antonio Bravo, responsable durante largo tiempo de la Sociedad de Sacerdotes del Prado, y de José Vidal Taléns, profesor en la Facultad de Teología valenciana.

 

Sus intervenciones se enmarcaron dentro de una conferencia bajo el siguiente título: Recrear la identidad sacerdotal para la evangelización y la misión en un mundo que ya no es de cristiandad. Visión y liderazgo compartidos con los laicos y los religiosos.

 

Antonio Bravo centró su intervención en desarrollar el significado de cuatro palabras «que nos pueden ayudar a recrear nuestra identidad sacerdotal».

 

1. Convocados. Según el ponente, «resulta fundamental para desarrollar un humanismo integral». «Evangelizar es cultivar la vocación y la mision de todo hombre», dice Bravo. Los sacerdotes deben «redescubrir el sentido de la vocación y de la alteridad en una sociedad que tiende a ser autista». Además, la acción pastoral «debe nacer de la escucha» al prójimo. Cree el antiguo delegado episcopal de Cáritas española que «la Iglesia es un pueblo de discípulos misioneros, somos discípulos entre los discípulos y hermanos entre los hermanos». Por ello, «hay que salir para reunir a los hijos de Dios dispersos y hay que animar a los laicos» a desarrollar su tarea allá donde vivan o trabajen.

En definitiva, considera Antonio Bravo que los sacerdotes tienen que «aprender a vivir del Don de Dios, ya que se nos da para los demás. Dios nos ha llamado para que sirvamos». Además, «debemos salir de nosotros mismos para ir al encuentro de quien nos llama, para ponernos al servicio de los demás» y eso se conigue cultivando y recreando «contínuamente nuestra identidad, que nos ha sido regalada». Y todo ello hay que ponerlo en práctica siendo conscientes «de nuestros límites y posibilidades. Se debe aprender a responder desde nuestra fragilidad y limitaciones».

 

2. Enviados… en Cristo y por Cristo al mundo. «Los presbíteros tienen por primer deber el de anunciar a todos el evangelio de Dios», dice Bravo. «La fuente del envío es el amor apasionado de Dios por el mundo». También hay que tener presente que «Jesus no nos envía al mundo de forma individual sino conjuntamente, como colegio».

Cree el ponente que «muchos dan la espalda a Dios pero somos enviados a ese mundo y tenemos que hacer presente el amor y el reinado de Dios». Añade: «El apostol va al mundo porque Dios ama al mundo. Somos enviados aunque nuestro mundo nos rechace». Insiste en este sentido en que «nuestro mundo es bastante autista».

Por todo ello, las «comunidades y pastores necesitamos recuperar el sentido de la obra de Jesús. La obra de Dios es que creáis en el que él ha enviado… y nosotros estamos asociados a esta obra». La mayor consecuencia de todo esto sería asumir la conciencia de ser enviados lo que serviría para «animar a nuestras comunidades».

 

3. Testigos. «Somos testigos del amor y la misericordia del señor», comenta. «El testigo es un hombre de esperanza. Se apoya en la palabra de Dios y ha de contagiar esa esperanza en lo cotidiano», añade Bravo y puesto que los cristianos están en el mundo, deben ser testigos en ese mundo.

 

4. Siervos… de Jesucristo y por Jesucristo. «Servir es ser siervos y esclavos de los demás», dijo Antonio Bravo. Es una consecuencia de «el que quiera ser grande entre vosotros que sea vuestro servidor… el hijo del hombre ha venido a servir y dar su vida por los demás». En este sentido, «predicamos a Jesús como señor y a nosotros como siervos…. ser siervos y esclavos forma parte de nuestra identidad». Añade el ponente: «El siervo ha sido rescatado por Cristo y por ello pertenece al mundo al que ha sido enviado». Ello supone «una conversión permanente».

 

«En nuestra identidad», prosigue, «los presbíteros nos vemos confrontados a un proceso complicado y dilatado en el tiempo. La identidad es personal y comunitaria». En el futuro debemos «evitar copiar el pasado. Hay que redescubrir el dinamismo del misterio apostólico para buscar lo que el Señor quiere de nosotros». Animó a los sacerdotes a poner en marcha un «proceso decidido de discernimiento, purificación y reforma» que sin duda supone «un gran desafío». Insistió en que «se hace urgente salir al encuentro de los hombres y acompañarlos en lo cotidiano».

 

AQUÍ PUEDES DESCARGAR EL TEXTO COMPLETO DE LA CONFERENCIA DE ANTONIO BRAVO

 

Por su parte, José Vidal Taléns inició su presentación exponiendo que «después de un tiempo de oposiciones alternativas entre distintas dimensiones eclesiales, quizá haya llegado el tiempo para intentar nuevos equilibrios donde cada valor sea respetado y tenga su lugar en la Iglesia».

 

A partir de aquí, organizó su discurso en torno a una serie de equilibrios o reequilibrios que podrían ayudar a recrear la identidad sacerdotal. Estos equilibrios son:

 

1. Equilibrio entre movimientos y parroquias.
2. Equilibrio entre las dimensiones de nuestra persona humana y el ministerio sacerdotal asumido.
3. Equilibrio entre el ser y misión del sacerdote.
4. Equilibrio entre lo ontológico y lo ético en el sacerdote, entre la gracia sacramental y la ejemplaridad de vida, entre el actuar in persona Christi y el seguimiento de Jesús.
5. Equilibrio entre la sacramentalidad y la evangelización, entre la evangelización y la liberación humana, entre vida cristiana coherente y religiosidad popular.
6. Reequilibrio de la acción pastoral de Obispos y Presbíteros en una Diócesis.
7. Reequilibrio entre sacerdotes y laicos, con los otros sacerdotes y con los religiosos.

 

Tras la explicación de cada uno de estos puntos, la conferencia del profesor de la Facultad de Teología concluyó con una intersante reflexión que reproducimos íntegramente:

 

«Todos estos equilibrios que he presentado, serán constantemente inestables. Esto es señal de vida. Así es la vida que Dios ha creado. En el equilibrio perfecto, en la simetría perfecta, no hay vida, hay estatismo, parálisis. La vida es tensión, adecuación e inadecuación con el entorno. Fue la condición para que naciera la libertad y la dignidad humana finita, pero a imagen de Dios. Aceptaremos una y otra vez buscar acercarnos al equilibrio, pero aceptaremos también nuestra finitud, por la que no podemos mantenernos en perfecto equilibrio y unas veces se acentúa más una dimensión que otra. Aceptarlo es contribuir a la paz, que no es la paz de los cementerios, porque como dijo Jesús, más de alguna vez pasa por el conflicto.

 

No tengamos miedo a hablar, con respeto y sumando propuestas trabajadas. Abandonemos los exclusivismos, las descalificaciones, las alternativas en oposición. Nadie sobra y nadie se impone, nos necesitamos todos, regalémonos el bien más preciado y más escaso: tiempo. Podemos estar ante un kairós esperanzador. El Don que se nos ha confiado es bueno y es acertado. Podemos ser sacerdotes en esta Iglesia y tener nuestra palabra, y ofrecer nuestro servicio necesario para una nueva evangelización. Podemos ser sacerdotes en esta sociedad secularizada y plural y vivir esperanzados porque el ser humano nos necesita para su humanización».

 

A modo de colofón, también reproducimos unas palabras de J. RATZINGER en Communio. Un programa teológico y eclesial, 230.

«Si consideramos la presente situación cultural, nos debe francamente parecer un milagro que, a pesar de todo, todavía haya fe cristiana. […] ¿Por qué tiene la fe, en suma, todavía una oportunidad? Yo diría lo siguiente: porque está de acuerdo con lo que el hombre es. […] En el hombre anida un anhelo inextinguible hacia lo infinito. Ninguna de las respuestas intentadas es suficiente; sólo el Dios que se hizo Él mismo finito para abrir nuestra finitud y conducirnos a la amplitud de su infinitud, responde a la pregunta de nuestro ser. Por eso, también hoy la fe cristiana encontrará al hombre. Nuestra tarea [la de todo cristiano] es servirla con ánimo humilde y con todas las fuerzas de nuestro corazón y de nuestro entendimiento».

 

AQUÍ PUEDES DESCARGAR EL TEXTO COMPLETO DE LA CONFERENCIA DE JOSÉ VIDAL

 

 

EN ESTE ENLACE PUEDES ESCUCHAR O DESCARGAR LA PRIMERA SESIÓN DEL

CURSO DE FORMACIÓN PERMANENTE 2017-2018

 


2017-11-13T00:00:00+00:00 10-noviembre-2017|Sin categoría|Comentarios desactivados en Arranca el Curso de Formación con dos ponencias sobre cómo recrear la identidad sacerdotal para la nueva evangelización